Como toda superestrella, esta célula germinal es conocida por muchos nombres diferentes: óvulo, ovocito, oocito, huevo, gameto femenino…
Por lo general son células esféricas pero, al igual que pasa con las personas, no todos los óvulos son iguales.
Además de ser unas células lo suficientemente grandes como para casi poder verlas a “simple vista” , tienen más variedad morfológica de lo que a veces nos imaginamos.
Tenemos ovocitos más ovalados que otros, con un citoplasma (el líquido de su interior) más clarito o más oscuro, algunos tienen un aspecto homogéneo y otros son más “artísticos” que te sorprenden con formas y figuras de lo más interesantes.
Puede que, si estás metida en la búsqueda de embarazo a través de la reproducción asistida, el concepto de calidad seminal, “seminograma” o “espermiograma” sea algo de lo más habitual para ti, pero pocas veces hablamos de la variedad ovocitaria.
Y es que, al igual que podemos encontrarnos espermatozoides con dos cabezas, con dos colas, con cabezas enormes o con microcabecitas; los óvulos no se quedan atrás y también son diversos, aunque esa diversidad morfológica no sea tan evidente como en el caso de los espermatozoides…
En la imagen del post de hoy he intentado mostrar algunas de las formas que podemos encontrarnos en el laboratorio de embriología cuando analizamos estas células tras su recolección en la punción ovárica. Y como puedes ver, hay un montón de posibilidades… ¡Hasta pueden tener “lados” y eso que siempre los imaginamos como esferas!
La diversidad es la clave no sólo de la biología evolutiva, sino también de nuestra sociedad y nuestra cultura. ¡Así que te animo a que, cuando te muestren siempre la misma imagen de algo, te plantees si verdaderamente eso será así, o si simplemente es una visión de esa realidad!
📷 Fotomontaje realizado por @pauetxabe con imágenes del atlas de embriología de la ESHRE.