“Te puedes embarazar en cualquier momento del mes”
Con este mito de la fertilidad, otra vez estamos cayendo en la trampa de que embarazarse es súper fácil…y estoy segura de que para muchas mujeres sí lo es, pero es que para otras muchíiiisimas mujeres es una ardua tarea.
Lo primero que hay que tener claro es que, para poder embarazarse, hay que sumar dos cosas imprescindibles: ovular y que a ese óvulo le este esperando algún espermatozoide que le haga “tilín”.
Como las mujeres solemos ovular una única vez al mes (si es que ovulamos), hay que sumar varios sucesos que tienen que ocurrir en un corto periodo de tiempo, que son:
- Que tengamos un ciclo en el que ovulemos.
- Que cuando vayamos a ovular nos apetezca tener una relación erótica en la que incluyamos el coito.
- Que además de apetecernos, tengamos un coito con eyaculación intravaginal (no siempre pasa).
- Que la calidad y cantidad de los espermatozoides sea lo suficientemente buena como para que lleguen hasta la zona ampular externa de la trompa de Falopio en la que, con suerte, el óvulo aún no se habrá aburrido de esperar a los posibles candidatos.
- Que el óvulo y espermatozoide se fusionen.
- Que el embrión que se genere salga adelante y,
- Que después de unos 5 días de travesía por la trompa de Falopio, ese embrión encuentre un lugar apetecible en el endometrio para pasarse los próximos 9 meses…
Vistos estos requerimientos, lo del embarazo “espontáneo” como que súper fácil tampoco es. Eso de que nos podemos embarazar en cualquier momento y poco más que con una mirada es uno de los grandes mitos de la fertilidad humana. Así que parece que es momento de desterrar el clásico «embarazarse es muy fácil».
¿Sabías que dentro del reino animal, los seres humanos estamos a la cola en cuanto a tasa de fecundidad?
Pues sí…no es que seamos unas “máquinas reproductivas”, pero aún así (y gracias a la reproducción asistida) muchas personas consiguen tener a su criaturita y desafiar a la infertilidad.
