Puede que para muchas personas que hayan visto la película de Disney “Up” algunos de los momentos que se describen en los primeros minutos pasen desapercibidos. Me refiero a esos minutos en los que Carl y Ellie deciden ser padres, pero como para muchas parejas, ese deseo se ve truncado por la (In)fertilidad.
Y es que, después de pasarnos toda nuestra vida poniendo “barreras” al embarazo, es muy frustrante ver que cuando una quiere, el bebé no llega. La infertilidad es como un agente moldeador de nuestras vidas, y por supuesto de cómo vivimos nuestra sexualidad.
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Cuando hablamos o oímos hablar de (In)Fertilidad, rara vez lo asociamos a la sexualidad, cuando realmente, son dos conceptos que están íntimamente ligados. Nos hemos acostumbrado tanto a “medicalizar” la fertilidad, que se nos ha olvidado el componente sexológico de la misma.
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La pérdida de la fertilidad, que la mayoría presuponíamos innata, puede desencadenar una crisis vital que, de extenderse en el tiempo, puede afectar a la percepción y a la valoración de una misma, a la relación de pareja -en caso de tenerla- y a la propia vivencia de la sexualidad.
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Es por ello, que después de dedicarme plenamente al estudio y trabajo de la embriología clínica durante 10 años, decidí emprender un nuevo camino en la psicología y la sexología, para que la vivencia de la (In)Fertilidad y los tratamientos de reproducción asistida, no pierdan el aspecto humano y emocional.
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En el estudio sobre (In)fertilidad que he realizado durante el último año -y que en breve iré mostrando por aquí- he podido poner cifras a sentimientos y vivencias que las personas con infertilidad me habían transmitido previamente, por lo que espero que ayude a visibilizar un poquito más cómo se vive la infertilidad desde dentro.
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¡Mucho ánimo a todas las personas que habéis pasado o estáis pasando por la (In)fertilidad! 👏🏼👏🏼👏🏼💪🏼
Video: UP (Disney). Fuente: Youtube
